El pasado jueves 23 de octubre, en el marco del Festival Cultural de la Ciudad de Aguascalientes, Armando Palomas ofreció un emotivo concierto en la Plaza de Armas de dicha ciudad con un lleno brutal, canciones homenajeando a su tierra, invitados y muchas sorpresas.
Ya instalado en Aguascalientes, tras el viaje procedente del DF y después de un merecido cigarro, tuve la oportunidad de platicar con algunas personas que me comentaron acerca de el éxito que había tenido algunos días antes en el mismo escenario que tocaría Armando, el señor Napoleón, sí el mismo que cantaba “Y era un pajarillo de blancas alas…”. Posiblemente se pregunten por qué saco al tema a este personaje tan conocido de la escena comercial en las últimas 3 décadas, si este texto debería de girar en torno a Armando Palomas; esto tiene que ver con “Nadie es profeta en su tierra”, dicho que es muy usado y que tiene sus excepciones, mismas que pude comprobar con ellos, ya que el lugar de origen de ambos es Aguascalientes.
El Palomas y Napoleón son hidrocálidos que han dedicado su vida a los escenarios , además de gozar de una carrera fructífera, cada uno en su frente de batalla, en el caso de José María Napoleón, manejando su carrera siempre con una enorme maquinaria de disqueras y publicidad en televisión, formando parte de la programación en radiodifusoras; y por el otro lado, Armando, quien ha navegado con una bandera independiente genuina, sin necesitar de ninguna maquinaria para forjar su carrera y consolidarse como uno de los personajes más emblemáticos del Rock Mexicano, aunque él no se defina en tal género.
Aquí es donde me doy cuenta después de ver el show de Armando, que de manera independiente un artista puede llegar a “triunfar”, y en el caso de El Palomas, aprovechar el boca en boca que durante más de 20 años de carrera lo ha mantenido vigente, tener éxito incluso en su ciudad natal, darse el lujo de darle una cachetada con guante blanco a las autoridades gubernamentales y culturales, que durante mucho tiempo lo tuvieron en la congeladora sin tocar en su propia tierra, y ahora ser invitado a un evento organizado por ellos, y regresar con un show dedicado a las calles, bares, lugares y personajes populares de Aguascalientes; contar con una bandas integrada por músicos hidrocálidos, echar palomazo con Paco Barrios “El Mastuerzo”… en fin, dar un show echando la casa por la ventana.
Posiblemente las autoridades y entidades culturales que dependen del gobierno no lo publicitaron como un homenaje para Armando, pero entre líneas todos lo supimos: fans, amigos, familia y personas cercanas a él. Hubo canciones poco comunes en su setlist, pero la gente las coreo y sintió como suyas al identificarse, al ser actores de primera mano con el permiso del director Armando Jiménez A.K.A Armando Palomas.
Me siento contento después de analizar todo lo que fue esta presentación y mi viaje a Aguascalientes, el show fue un festejo y una celebración. Todos nos divertimos y la pasamos bien; además fue un gran pretexto para platicar y compartir un momento importante con una persona coherente con lo que hace y dice, un borracho cantautor feliz, cerrajero de corazones, un gran padre, hijo y amigo…
Por: Omar León @lennon_gil